Curso de cocina en VERANO para principiantes en Barcelona
¿Qué vas a aprender en este curso de cocina de verano?
En la cocina de verano de nuestros cursos para principiantes y aficionados, vas elaborar recetas de preparación rápida.
Utilizaremos alimentos crudos o casi crudos, que permiten agilizar las preparaciones en la cocina, sin necesidad de trabajar a altas temperaturas.
Además los tiempos de cocción reducidos o inexistentes, permiten aprovechar al máximo los valores nutricionales de unos productos en plena temporada.
¿Qué podemos comer en verano?
En verano es ideal comer a base de tapas o hacer varias comidas menores al día, ya que es preciso estimular el apetito.
Con el calor son perfectos los platos agridulces y los tentadores aromas y sabores de alimentos picantes
Además desde otros países nos llega el gusto por lo natural, con una gran expansión de la cocina crudívora.
En este siglo, la aplicación de las técnicas de conservación respetando la cadena de frío y los controles sanitarios obligatorios, nos permiten degustar carnes y pescados crudos o casi crudos con toda garantía.
Por eso, los platos en los que aplicamos técnicas de preparación en crudo, exigen elaborarse en último momento, evitando en lo posible la antelación y cumpliendo con las máximas normas de higiene.
Habitualmente, preparar un plato crudo, implica la técnicas de decoración de un verdadero artista, es como pintar sobre un plato.
Un placer que antes de nada llega por los ojos y que después inunda nuestro olfato y nuestra boca de gratos aromas y sabores crudos.
Seguro que siempre dispondremos de un instante para degustar una buena copa de cava, con nuestros mejores tartars y carpaccios.
En líneas generales todos asumimos que la cocina es calor, aunque no siempre es así.
Los alimentos del verano
El verano es la estación del agua acumulada en las verduras y frutas, que deberán estar muy presentes en nuestra dieta.
Aumentaremos también el contenido en sal, provocado por el exceso de sudor.
Es tiempo de beber todo tipo de líquidos en abundancia.
Tendremos en cuenta que las bebidas frías causan estragos en el control térmico de nuestro cuerpo y en lugar de ayudar a liberar el calor, invierten el proceso.
En verano la digestión es lenta y pesada debido al exceso de energía solar, por eso necesitamos ingerir menos alimentos y nos llenamos de líquidos.
Una vez finalizada la primavera, nos llega la estación de la plenitud: el verano.
En la cocina de verano, el pulso del estómago debe ser como un golpe de martillo, tal y como afirmaba el médico del Emperador Amarillo.
La alimentación será sana y equilibrada, en caso contrario la enfermedad causada por el calor del verano nos traerá la fiebre en otoño.
Mantener una dieta equilibradaLa cocina rápida
Para la mayoría de nosotros, tiempo, es algo de lo que no tenemos. Estamos inmersos en tal ajetreo, que a menudo, pensar en cocinar, no es la mejor opción.
Es más tentador adquirir una comida preparada o abrir el microondas.
Pero una comida rápida, sana y nutritiva no necesita tiempo y además resulta divertida y social.
La cocina de VERANO, os enseñará cómo crear platos desde cero, en unos pocos minutos y utilizando alimentos frescos.
Podrás preparar algo exquisito, empleando el mismo tiempo que tardarías en ir a buscar una comida para llevar o en calentar un plato precocinado.
Aprenderás a cocinar desde una sencilla cena, a un festín para tus amigos. Sentarse a la mesa para comer, charlando, escuchando música y disfrutando de tus amigos, es algo a lo que no se puede poner precio.
Las tensiones y el estrés cotidiano se reducen y la felicidad aumenta, cuando nos comunican una grata noticia, delante de un buen plato y mejor compañía.
Prevenir las intoxicaciones alimentariasEquilibrio entre alimentación y tiempo
Las comidas de verano son sanas y equilibradas. Se componen de ensaladas, verduras, carnes y pescados con cocciones ligeras.
Las salsas son bajas en calorías y preparadas en poco minutos.
Nos encontramos platos inspirados en culturas de todo el mundo, tradicionales y modernas. Pero siempre nos abrirán el apetito.
Actualmente, la gran variedad y cercanía de los productos gastronómicos, nos permite elaborar platos con innumerables ingredientes y sin gran esfuerzo.
En verano no encontramos hervidos, ni estofados de largas horas, con listas interminables de ingredientes. Cuando no disponemos de tiempo, nadie quiere pasar largas horas comprando y menos aún cocinando,
Cuando controlamos nuestra alimentación, nos aseguramos de que las comidas sean frescas y nutritivas, evitando el exceso de azúcares y aditivos indeseables.
Cuanto más conscientes seamos del placer que podemos experimentar y de las estupendas comidas que podemos preparar en verano, dedicando solo unos minutos de tiempo a la compra y otros a cocinar, más nos entusiasmaremos en lo que hacemos y mayor confianza obtendremos en su práctica.
Podremos pasar de la planificación a la improvisación sin gran esfuerzo.
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